Mi trabajo estos últimos 4 años ha consistido en la ilustración para compañías e-learning.
Un compañía e-learning no es otra cosa mas que un desarrolladora de cursos interactivos para distintas necesidades, sean estas formar, capacitar, instruir, informar o actualizar a los usuarios en un tema en concreto.
Que si hay una ley de obras públicas, que si una maquinaria de líquidos presurizados requiere que los mecánicos de PEMEX sepan cambiar sus sellos, que si farmacéuticas ROCHE quiere que los sus clientes los médicos sepan las bondades de un nuevo fármaco, que si ING quiere usar su leoncito como presentador de sus cursos (…) un chingo de cosas y clientes que saltan de tema, y ambiente de trabajo
Un hígado, unas trompas de falopio, un logotipo trazado, la creación de un personaje en caricatura, la estructura de una estrategia creativa para que una línea de diseñadores (chalanes), trabajen con un estándar de tiempo y calidad, la búsqueda de generar confianza en el jefe y satisfacer a los mas variados clientes.
Pues bueno esa es la parte aburrida.
Al terminar la carga de trabajo, me quedo con un chingo de ganas de hacer algo, de dibujar cosas “mías”, y de emplear los mismos elementos para mi propia…. como se dice? “Mi propia obra” ja ja, no lo creo y quizá no estoy acostumbrado a llamarle obra a mis trabajos porque nunca tengo reconocimiento o no firmo mis ilustraciones.
Pues nada, les decía que me encontré de pronto dibujando vectores, en el programa FLASH , que es como una forma codificada para mantener las cualidades de las imágenes sin demasiadas complicaciones.
Para mi Bob Roos, inspira por su paciencia y la suavidad y calma con la que invita a su publico a pintar, a atreverse, a ser osados y pintar nubes felices.
Su humor pacífico, es revestido de frases sencillas, como cuando sacude el pincel: “sacudamos al diablo” o su elocuente frase: “aquí no cometemos errores, solo accidentes felices”
Con el optimismo de su somnolencia geriátrica, sopor opeáceo y la suavidad de sus tonos semi brumosos e hipnóticos, tan lejanos como sus montaña nevadas o sus cabañas abandonadas, este singular personaje de esponjada cabeza, cuya frase final en su celebre programa televisivo“el placer de pintar” era: “felices trazos”
En este caso son felices vectores.
PERO!!! ESO SI…. ECHO LA CHIGADA CABRON POR QUE EL CIENTE NUNCA ESPERA.
Mucho bla bla bla… y el chingado curso? Bob Ross siempre acaba sus trabajos de la manera mas veloz y de la manera mas feliz, esa es la idea de estas imágenes que yo realizo.