Desde el Museo Reina Sofia en Madrid, mi chica me ha regalado un bonito libro:
DIBUJANDO
ANIMALES, de Alexander Calder.
Revisándolo con rapidez, es posible que te detengas
a veces en algunos trazos mas afortunados que otros... sin embargo, no tienen
mas imán que pueda haber en los trazos perezosos de esos que vemos en tanto
artistas del tipo "escuela de vanguardia" del viejo siglo xx, sobre
todo los vinculados a Barcelona (de dónde es el Rey Juan Carlos y J. M. Aznar).
Pero, al
avanzar en la lectura de DIBUJANDO ANIMALES, Te sorprende la sencillez y
claridad con la que el autor explica los dibujos, las acciones y los modos de
los animales que decide ilustrar, escrito con un lenguaje fresco, el librito
atrapa al lector que afortunado como yo pueda acceder a él.
"El
deseo de dibujar algo es el mayor incentivo para hacer un dibujo. Pero simplemente
pesar "tengo que hacer un dibujo" no constituye mayor motivación que
pensar "tengo que escribir un
libro". El deseo de dibujar algo
viene dado por una condición o echo que en sí mismo interesa a alguien, sepa o
no dibujar, y sea o no el objeto dibujado difícil de ejecutar."
de los
gatos dice:
"Recuerda
que la "actividad" en el
dibujo no se corresponde necesariamente a una actividad física. Un gato dormido
tiene una intensa actividad.
Por cierto,
los gatos son unos modelos excelentes. La silueta ágil y la ductilidad de los
miembros felinos son mucho más gráciles que los movimientos mas bruscos de otros
animales. Con los gatos casi es posible saber en que esta pesando.
Si un gato
esta dormido dibújalo completamente, voluptuosamente dormido..."
Para cuando
un servido termine este libro prometo un nuevo e inspirado trazo con el input de esta obra de Alexander Calder, quien por
cierto entre muchas cosas también es autor de la escultura robot-araña, color
negro con circulo rojo en medio, a las afueras del Estadio Azteca.
"Con los gatos casi es posible saber en que esta pesando."