jueves, junio 12, 2003
Todo mundo odia a las señoritas bien educadas
La sobriedad -elemento de la cordura y adorno de los modales- es una cualidad que no poseo ni en mi forma de mirar. Ello -claro- me ha causado ciertas controversias, sobre todo con las señotitas, y sobre todo si estas mismas creen que son hermosas. Aquellas quienes no les importa el olor fetido de su muelas rancias ni sus mal protegidas axilas, ellas quienes no se dan cuenta de sus horribles panzas ni de su alarmante carencia de vocabulario... en fin, ahora una vez que pude redactar todo esto, ahora si el mundo recuperaba su velocidad, adios a las horas de nervios... y a las señoritas bien educadas. Cómo saber que una señorita hermosa no es mas que una puta Creo suficientes descripciones han aprecido a lo largo de estas hojas como para más o menos tener alguna respuesta al respécto, sin embargo para que no se me identifique con algun tipo de misógino aburrido, listaré algunas carecterística inequivocas que distingen a las señoritas hermosas de las otras personas que ya he mencionado antes:
1) Las señoritas hermosas rien discretamente, las otras cacarean por el culo un ruido atroz y escupen chillidos horribles como de matadero de marranos.
2) Las señoritas hermosas saben cuando callar y dejar que el hombre concluya una oración, las otras urracas no saben ni en que mundo vivien.
Dejaré este tema inconcluso pues estoy notando como pierdo calidad en las cosas que digo...