miércoles, febrero 10, 2010

Una vitrina donde quepa tu maldito corazón

ó
Breves notas de un contorsionista de lengua




Siempre supe que mi personita era especial, pero no no, no pienses que es como los niños idiotas de padres clasemedia cuyo vinculo amoroso lo median los psicologos, los educadores y los charlatanes del desarrollo, “su hijo es indigo, y por eso vomita los juguetes de sus compañeritos” nah, ese tipo de bastarditos padres de familia solo quieren compensar lo que ellos sufrieron: abandono… vaya, de ese tipo de chico especial no… yo sabia que era diferente… no único ni genuinamente valioso, tampoco ejemplar o lleno de hermosos y misteriosos chispasos de ingenio, bah… mas bien vicioso lleno de tapujos y casi siempre mal intencionado… pero “especial”, osea como dicen “con angel”… y siempre lo supe y me habría paso entre el grueso de la gente a quienes les viviré eternamente agradecido el echo de que fueran muy pocas las ocasiones en las que ingenuamente quisieron compartirme sus pensamientos.

Gracias compatriotas por apartar sus cacariza cháchara de mis oídos y su maloliente espíritu de mis intereses.

Bueno, cof cof, casi es falso lo que recien leiste… es decir: no siempre he sido tan inmune a este cochino mundo, también he tenido que sumergirme a las cloacas de la ciudad, vivir y eructar su ritmo punzante de danza macabra de claxonazos, robos, infidelidades desamor, mediocridad y corrupción.

Y de ahí estas breves notas.


El dentista

Sus manos saladas y sin guantes tocaban mi lengua, su aliento a tripa hambrienta me sofocaba, el puto espejito en mi lengua fue la ultima cosa que soporte; lo aparte con amable gesto y vomite su instrumental haciendo ruidos como de godzilla haciendo el amor con la mujer de king kong (aunque ahora que lo pienso no se si godzilla es macho o hembra, o hermafrodita).

Se veia horrendo mi vomito mezclado con las piezas dentales…







Me alcanza para todo.

Me desperté con una ligerísima resaca, caminaba flotado en mis tenis negros, mi cabeza giraba dentrote si, tal vez por que fumé varios puros por la noche y que la cerveza china tsinsau rebosaba robusta en mi refrigerador.

Salí al sanborns mas cercano y compré el periódico El País, en la edición de los domingos puedes encontrar un suplemento semanal donde se dan cita varios talentos de la pluma y el periodismo, este domingo pasado esos talentos mas bien carecía de humor y/o de chispa, con su columnas aseguradas comenten el auto plagio y auto adulación burda, por ejemplo una mujer escribió de los sadomasoquistas y como ella al “prepararse para su novela” estudio los textos psicológicos y médicos de las personas que practican parafilias, confesó enseguida que de ahí saco el titulo de su novela, o no se bien, no leí con atención, otro mas desafortunado letrista se dedicaba a narrar sus aventuras (todas falsas pareciera) con los perros. (zzz). Siempre desde mi oscura alcantarilla leo estos enclenques escritorcillos de semanarios y me alegro de no pertenecer al gremiecito de personajes de este tipo de letras, que lo deseo es otra cosa, pero que vendería mi alma y mis textillos solo por que si y solo por publicar, no y no.

Ya hay hartos bloggers, y personajitos de letras que llenan de su estúpidos localismos los diarios y revistas de esta ciudad, sus vivencias reales o ficticias están cargadas de tanto pastiche, con tanta muletilla, con tanto lugar común, que se caen solas y suenan a gente que no sabe vivir de otra forma que no sea vendiendo formulitas fáciles entre párrafo y párrafo.

Y que hay de mi?

Mi formula es yo mismo, no pretendo nada, ni deseo nada extra de la vida, sus bendiciones son para mi un estándar de vida, no un anhelo y apego, si puedo lograrlo que bien, si no puedo mejor para mi, la salud de tu familia y el bienestar de los tuyos es mucho mas delicado por que involucran mas cosas, pero también debes de saber que nadie sabe su destino, hoy nadie me saluda y mañana encajo en un selecto grupo de refinados parroquianos que disertan de estupideces y con gusto los toleraré, si se trata de timiditos que tiene miedo a hacer el ridículo y por ello nunca los ves explotar, que mejor, que exploten solos, si se trata de aguantarte las ganas de expresar tus ideas frente a gente mas poderosa que tu, se en el trabajo o en la calle lo se hacer también,

Cuando salía del sanborns me encontré compré una hermosa guayabera que combinaba con un hermoso sombrero los tuve que comprar los dos, caros, si pero no ridículamente caros, a la gente que se ha colocado en buenos puestos con buenos sueldos, les encanta que los precios abusivos de las tiendas los sonrojen adulandoles su ostentocidad mediocre, con mi tarjeta de debito y siendo como siempre alguien sin deudas ni grandes sueños, reflexioné que ese era otra vez el mejor día de mi vida, algebraicamente tenia todo lo que deseaba y no tenia que pactar con nadie ni mis pasiones ni mis rebeliones, estaba como también se dice, entero.

"texto reciclado"