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Por Alex F. G.
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I
No se sabe, la gente a veces pierde los estribos por trivialidades que les parecen insoportables. Se convierten en seres extraños e inestables, se autodestruyen en el seno de una felicidad aparente. Tus amigos, tu mujer, o tu mismo de repente ya no te toleras las mínimas cosas que te festejabas, pareces ridículo y pierdes el encanto. Llevo como método el hacerme el payaso y fanfarrón ya varios años, pero la gran verdad es que soy un observador pasivo de la gente y su comportamiento, tanto de sus tristezas como de sus dichas, de sus confesiones y miedos como de su amor y su violencia. Nada me aburre más que la autodestrucción de la gente.
II
OH hermoso arco iris que reflejas el pacto de Noe con Dios, delicia visual del diluvio purificador de iniquidades, bello equilibrio de gotitas luminosas de colores y agua colgado de la nada... ¿dónde estas puto arco iris? no para ver tus colores tiernos y brillantes, ni para enredar mis dedos en cabellos perfumados y femeninos bajo tu hechizo mientras hablo de poesía o contemplo algún cisne, la noche o besos que derraman gotas de rubí..., lo que quiero de una puta vez es ir por esa puta olla llena de moneditas y pagar la renta, el teléfono y la luz, “¿que no?”
III
No se que imagen tiene la gente de mi, mis mejores épocas creo no han ni comenzado, he tenido buenas y malas; en el último trabajo me pagaban 13 mil libres al mes, quede re bien y llegue a niveles buenos con los jefes, poco después se terminó el "proyecto" y todos a regresamos a la calle, entonces otra vez me creen que soy un miserable o un perdedor resignado.
IV
Cada quien sabe que tanto ha hecho mal contra los demás y contra si mismo. Nadie puede jactarse de ser siempre un cervatillo inocente a la orillas de un arroyuelo buscando agua para beber; hasta ese cervatillo tendrá que enfrentarse a la lucha, a la violencia, a cosas injustas y cruentas, tendrá que forzar el amor y fingir estar lastimado. AsÍ como tú y yo nos enfrentamos al tráfico, a la soledad, al desamor y a las calles retorcidas y solitarias llenas de peligros asquerosos y absurdos.
V
Mi cabeza descansa en la almohada, el silencio se rompe por el sonido de unas minúsculas patitas de gato en el techo, quizá es una pelea organizada por algún jefe de barrio gatuno que desea demostrar que sus orines son los mas fuertes y olorosos de la comarca. Esto le añade ánimos a la noche. La luna esta de buen humor. Temo que mañana lleguen a cortarme la luz. A mi lado no hay ninguna mujer, no escucho roncar a nadie, mis hijos nos estan. Metí mi pie en agua caliente con sal por que me hice una herida y prefiero curarla así para que no me duela al caminar, me quedo dormido por el dolor y nadie me acaricia mi cara ni me dicen nada. Gracias a Dios que no tengo televisión con cable, estaría viendo en el National Geographic Channel como una hipopótamo da a luz o como un cocodrilo caza. Nada se percibe mejor que en lo que sientes en esos momentos antes de dormir. Es el extremo mas puro de tu condición en la que vives; sea ésta el dolor, la soledad o en el mejor de los casos una vida plena y satisfecha, misma que sospecho es la que no me dejaría dormir.
VI
El tema de Dios es nada complicado, llegó Adán y le puso nombre a los animales, poco después quiso una compañera y apareció Eva, el libre albedrío convirtió al paraíso en algo así como la avenida Tláhuac, y fue todo; lo demás tiene que ver con ciertas edades y ciertos desgastes, y es ya como a los 60 años, cuando tus apetitos se resten como se resta de cabellos tu cabeza, como se restan tus fuerzas, entonces ya estas listo para temas espirituales, dar dinero a los mendigos y pedir perdón por todos tus pecados.
VII
Como si se tratase de una inexplicable maldición, muchísimas mujeres de mi pasado me detestaban, ni siquiera me conocían y aun así les era muy fácil que me considerasen algo menos que un imbécil. Lleno de soledad y rabia, yo no sabía que hacer. Muchas cosas no pude decirles. Aunque tuviesen alguna admiración por mi forma de ser o de expresarme, aun así me odiaban. Al final me deshabilitaron y quede enfrascado en la obviedad del prejuicio evidente de unas pobres mujeres solas. Hoy día solo espero que tengan alguien más entretenido como enemigo, por que yo ni me enteraba que me odiaban, ni sabia defenderme y no tenia nada que decirles sino hasta años mas tarde, cuando las encontraba derrotadas, solas, cansadas y en evidente decadencia; entonces se convertían la mayoría en afables y tiernas, sobre todo en comprensivas y atentas.
VII
Ella era Terriblemente fea y parecía no importarle; en la escuela le gustaba juntarse con todas las jovencitas de lindas piernas y cabellos dorados, las mujeres frescas llenas de candor se sentían intimidadas por la seguridad con la que se movía y ostentaba su cuerpo como de barril de pulque, los redondos senos y las nalgas perfectas que entallaban todas ellas, no eran competencia frente al grado de certeza y solemnidad fría con la que esta horrible mujer se convertía en la fea mas interesante de la escuela. Uno de los torpes musculosos del grupo de los guapos se le ocurrió entonces hacerse novio de ella, pobre, no entendía cosas tales como ser rechazado y así fue. "la homosexualidad de ella se basaba en su fealdad y sobre todo en el rechazo de todo mundo", fue el comentario triste e innecesario de la profesora cuando después de reflexionar sobre su suicidio, fuimos todos a enterrar a esta fea mujer.
Ella era Terriblemente fea y parecía no importarle; en la escuela le gustaba juntarse con todas las jovencitas de lindas piernas y cabellos dorados, las mujeres frescas llenas de candor se sentían intimidadas por la seguridad con la que se movía y ostentaba su cuerpo como de barril de pulque, los redondos senos y las nalgas perfectas que entallaban todas ellas, no eran competencia frente al grado de certeza y solemnidad fría con la que esta horrible mujer se convertía en la fea mas interesante de la escuela. Uno de los torpes musculosos del grupo de los guapos se le ocurrió entonces hacerse novio de ella, pobre, no entendía cosas tales como ser rechazado y así fue. "la homosexualidad de ella se basaba en su fealdad y sobre todo en el rechazo de todo mundo", fue el comentario triste e innecesario de la profesora cuando después de reflexionar sobre su suicidio, fuimos todos a enterrar a esta fea mujer.