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Explorar el lado femenino en mi persona es de lo más sencillo. No tengo que ponerme a meditar desnudo en un baño de lodo escuchando un coro de niños con canciones en otomí; o pensar en mi mamá dando a luz y de trasfondo el Iztatzihuatl; tampoco debo de leer a Jaime Sabines por ejemplo su poema de que le encanta Dios:
"A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho —frente al ataque de los antibióticos— ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.”
No y no, tampoco tengo que dejar de masturbarme y cocinar un pastel de zanahoria oyendo cantos latinoamericanos con Facundo Cabral y Alberto Cortez, ni convertirme en vegetariano o asistir a marchas por los derechos humanos, o votar por un gobierno de izquierda etc., etc.
Mi lado femenino es mi sobaco derecho, y es que huele a coño de mujer madura, a coño de dama, a coñito peludo de princesa con todo y pelos y ese juguito de coño que me pone rete loco.
Ese es mi lado femenino, Hermanos y Hermanas mías.
Y.. no diré más de las mujeres, sólo recuerdo mi mejor época con ellas, y fué cuando tenia los dientes amarrados a alambres, por lo tanto mis estupideces no se me entendían, era incomprensible las imbecilidades que decía, así que fuí confundido por alguien sensato, amable y respetuoso. JA JA
Intentaré sin embargo explorar algún contenido mas transcedental de esto del amor, la mujer, el hombre y las pasiones, jas…por ejemplo ¿hablar de cosas de amor ayudan a encontrar tu lado femenino?
Recuerdo que tenía uno de esos héroes que uno se hace en la infancia, y no era mas que un jovencillo que la pasaba viendo televisión en un colchón con un vaso de leche en la mano, estaba despeinado y miraba las caricaturas (el gato silvestre que me encantaba, era lo único que había en común), cuando visité su casa fue por que su padre se había convertido en predicador y algo tenia que ver con el nuestro (ahora recuerdo que era nada mas que un estúpido gorrón que nos pedía comida en el restaurante).
De borracho dio un salto a predicador, así que su esposa, que no lo aguantaba como borracho, mucho menos como hombre santificado; se encolerizó a tal grado que lo golpeó con un sartén, desmayado y con sangre nadie lo ayudaba, este joven solo continuó viendo en la pantalla las caricaturas (eso fue lo que le admiré).
Salí de esa casa para después encontrármelo mirando al vacío, sentado en el parque.
Después crecí y él también pero seguía como estupidizado en el vacio, vaya héroe, hacia nada, se murió de no se porqué o de qué. La banca en el parque dónde siempre se sentaba seguía ahí muchos años después de que demolieron el cine viejo y mucho después de que inauguraron nuevos edificios.
Pobre infeliz… ya después recordé que su hemana me manipulo para robar cosas y se escapara de su casa, ufff era de esos amores de adolescencia temprana dónde todo es admiración.
Recuerdo que cosas sórdidas y aceleradas y deprimentes siempre viví, por ejemplo ella, una chica que es mas loca que tu y dice groserías fuertes, fuma, bebe y escapa de casa, era hermosa y estaba rete curvilínea, ja ja creo que fue mi primer amor, por que me besaba… y yo a ella.
Todo esto ya lo había olvidado, recuerdo que lo que más me encantaba de ella, era que me invitara a la azotea a escuchar Black Sabbath en casettes. Subíamos a ver como se metía el sol, escondidos de todos, tomando anís y besándonos torpes y locos, atiborrados de contradicciones y desesperanzas… oh.
PDT. No sabia que el intentar explorar mi lado femenino me precipitase a los recuerdos del amor en mi memoria. Mismos que ya había olvidado.
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